jueves, 15 de mayo de 2014

GRAN REUNION EN EL 4º ANIVERSARIO DEL CAFE UFOLOGICO RIO54

La próxima reunión del Café Ufológico RIO54 será el jueves 5 de junio, a las 18,30 como siempre en el Café de La Subasta, Río de Janeiro 54, Ciudad de Buenos Aires.


Foto, de izq. a der.: Felix Di Lernia, María Olivera, Rigoberto Muñoz, Matías Barbarossa, Pablo Warmkraut, Eduardo Grosso, Aldo Barroso, Gerardo López, Horacio Sorbaro, Claudio Deluca, Oleg Bakulin, Sebastián Araya, Carlos Turus, Mario Coen, Mario Lupo, Patricia Sibar, Javier Stagnaro, Rubén Morales, Isidoro Markus, Ricardo Guitman, Hernán Saban, Edgardo Stekar, Alejandro Merel, Roberto Prieto, Alex Gómez y Nancy Benítez.

Fuera de la foto:  Alejandro Aucana, Antonio Deluca, Blas Dioguardi, Karina López, Daniel Postizzi, Luis A. Baynham, Roberto Muela Yáñez,  Mercedes Lazzaro, Guido Cantiano, Nora Fabiano, Ricardo Jalics, Janin, Carolina y disculpas si nos olvidamos de alguien.


La reunión de mayo fue muy especial por dos motivos: Se realizó en un jueves feriado, en el Día del Trabajador y además se cumplía el cuarto aniversario del Café Ufológico RIO54. Firmes en nuestro propósito de reunirnos siempre el primer jueves de cada mes, no postergamos la reunión y se realizó el día primero, a sabiendas de que también el viernes 2 era "feriado puente", días no laborables que muchos aprovechan para vacacionar fuera de la ciudad, lo que presagiaba una reunión poco concurrida. 

Contra toda lógica, fue la reunión más grande que hayamos tenido nunca, asistieron más de 40 personas al cumplirse 4 años de nuestra primera reunión del 2010 en la que hubo sólo 4 personas en la mesa. Eso habla por sí solo sobre el crecimiento exponencial que ha tenido esta simple idea de conversar en una mesa de café sobre un tema de interés compartido. También habla de que RIO54, más allá de la posibilidad de intercambiar conocimientos, sirve para sellar la amistad, amistad que continúa entre los cuatro integrantes de la primera mesa del 2010: Juan FailláAlex Gómez, Rubén Morales y Mario Lupo, y los tres últimos también estuvieron presentes en este aniversario.

Pablo Warmkraut destacó el éxito logrado en este lapso por RIO54 y por los cafés ufológicos de otras ciudades, que se han convertido en un punto de encuentro ineludible para interesados en el tema ovni de todas las líneas de pensamiento. Mario Lupo se refirió a que estos cafés temáticos inauguran algo nuevo en la ufología, son una especie de "revista hablada" donde los estudiosos e investigadores aportan enriquecedores enfoques sobre diversos aspectos del tema ovni y conexos. Resaltó también que algunos asistentes, incluso con vasta trayectoria en la investigación, disfrutan con solo venir a escuchar lo que se dice. Rubén Morales asintió mientras miraba en derredor la larga mesa, notando que había un conjunto de investigadores similar al que se puede esperar en un congreso sobre el tema, con la diferencia de que "nosotros lo hacemos todos los meses, con la mayor humildad, aquí se encuentran investigadores de muchos años con personas interesadas que tal vez vienen a su primera reunión pública sobre el tema y entre todos compartimos la charla en un clima de amistad" -señaló.
También es destacable que esta idea surgida hace cuatro años se haya reproducido y hoy exista una Red Argentina de Cafés Ufológicos integrada por encuentros mensuales similares en Corrientes, Mendoza, Colón [Entre Rios], La Plata [Buenos Aires], Rosario y Santa Fe [Santa Fe] y Resistencia [Chaco], además del "Café Ovni Valencia", que se realiza con gran éxito en España. Mario Lupo agregó que en Capilla del Monte se están realizando reuniones con una modalidad similar, se trata de las "cenas ufológicas" coordinadas por Alejandro Pratt, pero que por ahora se realizan sin una periodicidad establecida.



Así es RIO54, un lugar para charlar e intercambiar ideas amistosamente.
Como en todas las reuniones de RIO54, fueron bienvenidos quienes por primera vez se acercan a participar de nuestra mesa. Matías Barbarossa relató una experiencia que le sucedió a los 14 años, en febrero de 1984, cuando había ido de vacaciones a un campamento en San Clemente del Tuyú (Pcia. de Buenos Aires). Una noche, al regresar a su carpa luego de darse una ducha, sintió el impulso de mirar hacia el cielo. Le llamó la atención una luz blanca destellante, más grande que las estrellas, que saltaba de un lugar a otro. Desaparecía de un lugar y de inmediato aparecía en otro distante, sin que fuera necesario mover la cabeza o cambiar de posición para verla, eso también le pareció curioso, que esos saltos siempre quedaran dentro de su campo de visión. Avisó a otras personas del camping que se sumaron a la observación.

Roberto Yáñez es un estudioso con amplia experiencia, pero también es de esas personas que llegan a nuestra mesa aunque no participan de redes sociales, que se enteran de nuestras reuniones gracias a los comentarios "de boca en boca", los cuales siguen siendo un efectivo sistema de comunicación aún en nuestra época signada por la tecnología. Ya son varios los amigos que hemos sumado a RIO54 que se resisten a usar internet y sin embargo se las arreglan para concurrir puntualmente a nuestras reuniones. Roberto contó una historia vivida hace 55 años, cuando él tenía 9. Con su familia iban de vacaciones a Paysandú, Uruguay, en el camión de su padre. Ya en territorio uruguayo, avanzando por la ruta 2 entre Nuevo Berlín y Young, a la altura de la Estancia San Ramón, siendo aproximadamente las dos de la tarde, les llamó la atención el extremo silencio que se percibía en ese lugar. Fue entonces que observaron un objeto gris en medio de un campo de trigo. Detuvieron el camión y bajaron a observar. Roberto afirmó sus manos al alambrado que separaba la ruta del campo. A unos 50 metros dentro del trigal, sobresalía la parte superior de una especie de huevo gris opaco, del tamaño de un colectivo (autobús), con una superficie lisa sin detalles. Le llamaron la atención dos cosas, el silencio reinante, absoluto, sin sonidos de pájaros o del viento, y un olor intenso que se adentraba en los pulmones, lo describe como un penetrante olor a "pino profundo" similar al que se siente cuando uno se interna en un pinar. Esas sensaciones lo motivaron a volver hacia el camión, pero en ese momento el huevo se elevó unos metros, pasó por encima de la ruta avanzando de costado, de panza, lo que parecía contrariar el sentido común, y se alejó sin ruido. En días posteriores, su padre dijo haber visto dos veces más al objeto al viajar con el camión en lugares cercanos, y en una ocasión lo vio lanzando una estela de humo a su paso. Roberto luego desarrolló espontáneamente ciertas capacidades psíquicas, que estima fueron consecuencia de la experiencia vivida.
Participó también de esta reunión Carlos Turus, ufólogo de larga data que fue bienvenido a la mesa de RIO54, y con gran sencillez habló sobre episodios de su trayectoria investigativa y algunas personalidades que recordaba con especial estima, entre ellos el periodista Américo Barrios, el padre jesuita Benito Segundo Reyna y la estudiosa y traductora Ruth Gerstel. Dijo que fue decisiva para él una observación realizada desde su casa paterna en San Fernando (Pcia. de Buenos Aires) hacia 1970. Se trataba de una luz que bajaba con un movimiento errático, como si fuera una gota de agua deslizándose sobre un cristal. Luego se detuvo y realizó movimientos en zig-zag antes de enfilar hacia el Río de la Plata.


Oleg relata la experiencia que vivió en Ucrania.
Acto seguido nos atrapó la narración del técnico en computación y estudiante de enfermería Oleg Bakulin, un joven ucraniano que en 1989 vivenció una singular experiencia en una zona forestal de Járcov, cerca de la frontera con Rusia.
Lo escuchamos con atención, en parte porque siempre fueron escasas las noticias ufológicas procedentes de países de la ex Unión Soviética y además porque los pocos casos conocidos suelen sorprender por su extrañeza, a menudo con descripciones de "naves" y "tripulantes" que parecen de ciencia ficción. Esta vez tuvimos el privilegio de escuchar uno de esos relatos desconcertantes de primera mano, gracias al testimonio de Oleg. De niño, Oleg vivía en una zona forestada para producción de madera, en Járcov, donde se acostumbraba talar el bosque por sectores, abriendo un claro en ese lugar. En uno de esos claros, cuando los operarios ya se habían retirado luego de talar los árboles y apilar los troncos, Oleg vio posado un plato gris con una puerta cuadrada abierta, y a su lado tres extraños seres de cuerpo ovoide y cuatro patas, lo que les daba un cierto aspecto de arañas. Dentro de sus cuerpos se traslucía algo que flotaba y se movía, dando la impresión de ser organismos vivientes y no robots. Los tres parecían muy ocupados en buscar algo en el suelo, con los extremos de sus patas levantaban sin esfuerzo los troncos apilados para luego dejarlos caer al piso. El ser más cercano se movía a unos 7 metros del testigo. Oleg corrió a su casa para avisar lo que sucedía, pero no le creyeron. Al día siguiente los operarios volvieron y se sintieron muy contrariados al ver los troncos desparramados en un verdadero caos.


Eduardo Grosso resume sus estudios ante la expectativa general.
Aún faltaban escuchar otras impactantes historias en RIO54. Gracias a que esta reunión se realizó en un día feriado pudieron venir amigos y amigas que muchas veces no pueden hacerlo por sus horarios laborales, y en esta oportunidad fue un gran gusto recibir a Eduardo Grosso, bien conocido por las originales investigaciones sobre abducciones y visitantes de dormitorio que realizó junto a su esposa Liliana Flotta, lamentablemente fallecida hace seis meses y a quien toda la comunidad ufológica argentina extraña y recuerda con sincero afecto.

Eduardo contó que entre los años 1989 y 1992 tomaron conocimiento de unos 25 o 30 casos de visitantes de dormitorio sucedidos en una zona determinada de la ciudad de Buenos Aires. Diversas personas de barrios vecinos dijeron haber visto seres de baja estatura dentro de sus casas. Eduardo y Liliana recopilaron sus testimonios y crearon un protocolo para sistematizar el estudio, luego de consultar a diversos profesionales de la salud. También algunos denunciantes presentaban marcas en el cuerpo o posibles implantes. En su mayoría eran empresarios exitosos o personas dedicadas al arte cuyo denominador común era un alto coeficiente intelectual y factor sanguíneo 0+, concluyeron los investigadores. El tema generó gran interés en la mesa y Eduardo respondió con lujo de detalles a las muchas preguntas que se plantearon.

Luego escuchamos con atención el enriquecedor enfoque de Rigoberto Muñoz, investigador chileno que tiene el mérito de haber obtenido su título de sociólogo con una tesis titulada "Configuración discursiva del ámbito ufológico chileno". Básicamente su trabajo expone que la ufología tiene una pretensión de legitimidad científica pero a la vez manifiesta actitudes dogmáticas y mesiánicas compatibles con el pensamiento religioso, una especie de "tecnosincretismo" que fusiona dogma con tecnología dando lugar a un imaginario tecnológico. Rubén Morales destacó la importancia de lo hecho por Rigoberto, o por Roberto Banchs, que obtuvo su doctorado en psicología social con una tesis sobre el tema, o también los recientes artículos del Dr. Andrés Salvador, trabajos todos que confluyen en darle un marco académico a la actividad ufológica, para permitir que tenga inclusión en los ámbitos universitarios. La presencia de Rigoberto también sirvió para acceder a un mayor conocimiento acerca de la ufología chilena, y se mencionó los nombres de algunos investigadores del país hermano, como Rodrigo Fuenzalida, Sergio Sánchez Rodríguez, Diego Zúñiga, y la comisión oficial CEFAA, entre otros.
También vino a RIO54 Mercedes Lazzaro, artista plástica y poetisa. Mercedes relató una curiosa experiencia de haber visto burbujas de gran tamaño flotando en su departamento que luego escaparon por la ventana, hacia 1980. También manifestó su convicción de que las potencias mundiales ocultan al público informaciones muy esenciales sobre los ovnis. Recordó con nostalgia las reuniones del mundillo ufológico porteño de los años 70 y 80  en las que participó junto a muchos referentes de la época, como Guillermo Roncoroni, Antonio Las Heras, Daniel Folcini, Oscar Uriondo, y este último trabajaba como ella en el Congreso de la Nación.  A propósito, el co-coordinador de RIO54 Rubén Morales recientemente tuvo una charla telefónica con Uriondo, quien acaba de cumplir 85 años, está bien de salud, tiene en sus planes publicar un nuevo libro y manda saludos afectuosos para los amigos y amigas de RIO54 y de todos los cafés ufológicos, ya que sigue de cerca nuestras actividades por internet.


Fernando Diz habla sobre las profecías de BSP
Volviendo a la reunión, recién llegado de Capilla del Monte (Pcia. de Córdoba), donde conduce el programa radial Cielos Profundos, estaba Fernando Diz en su primera visita al Café Ufológico RIO54, para anunciar el hallazgo de 30 psicografías inéditas de Benjamín Solari Parravicini. Como se sabe, Solari Parravicini fue un pintor argentino que desde la década de 1930 hasta poco antes de su muerte en diciembre de 1974 solía realizar de manera espontánea unos dibujos lineales con mensajes proféticos. Fernando afirmó que en total puede haber unas 2000 "psicografías" (así las llamaba su autor), producción que nunca ha sido completamente ordenada ni autenticada. Las 30 psicografías recientemente descubiertas son del año 1973 y fueron encontradas en un arcón que se se creía definitivamente perdido. Por suerte fueron rescatadas y con el aval de la familia están siendo expuestas en una serie de conferencias que Fernando dicta junto con Brad Hunter. Estas 30 imágenes, anticipó Fernando, contienen mensajes muy fuertes, muy dramáticos y también indicios de que el tan mentado "hombre gris" al que se refirió insistentemente Solari Parravicini, el líder que traería la paz y el progreso a la Argentina, no sería otro que el actual Papa Francisco. Por su parte, Javier Stagnaro recordó que el Ing. Sigurd Von Wurmb le había aconsejado desconfiar de la autenticidad de ciertas psicografías con doble línea, porque "Pelón" (como le decían a BSP) siempre hacía sus dibujos de un solo trazo.
Y sería imposible comentar todo lo que se dijo en esta reunión, que por la cantidad y calidad de los participantes hizo honor a este cuarto aniversario del Café Ufológico RIO54.
Por último se hizo el habitual sorteo gratuito de diversos elementos de interés aportados por varios concurrentes, y se prosiguió con la modalidad de recibir y entregar libros en concepto de préstamo, los cuales deben ser reintegrados a RIO54 para continuar el circuito de préstamos, una manera de generar una biblioteca circulante entre quienes concurrimos a estas reuniones. Invitamos a colaborar con souvenires para los sorteos y con libros para ampliar la biblioteca circulante.

La próxima reunión del Café Ufológico RIO54 será el jueves 5 de junio, a las 18,30 como siempre en el Café de La Subasta, Río de Janeiro 54, Ciudad de Buenos Aires.