lunes, 16 de junio de 2014

Café Ufológico RIO54 de Junio, imponente reunión de entusiastas del tema ovni


Foto, de izq. a der.:  Alejandro Aucana, Patricia Sibar, Javier Stagnaro, Alexis Yarde-Buller, Jorge, Horacio Sorbaro, Alejandro Merel, Daniel Postizzi, Rubén Morales, Alejandro Linconao, Claudio Deluca, Matías Barbarossa, Antonio Deluca, María Alvarez, Hernán Saban, Miguel Arjona, Cristina Wilde, Ema Buglio, Isidoro Markus, Alejandra Domínguez, Diego Díaz, Silvia González, Diego Cantiano, Luis A. Baynham, Daniel Narvaja, María Olivera, Felix Di Lernia, Mario Coen, Roberto Prieto, Anabella Veja e Iván Orenstein.

Fuera de la foto: Luis Páez, Alex Gómez, Ana Serrano, Mario Lupo, César G.Jorge, Alicia Gamardo, Natalia Sericano, Jorge  Moauro y disculpas si olvidamos a alguien!. 

Unos 40 participantes tuvo el café ufológico RIO54 de junio, de los cuales más de 10 compartían por primera vez nuestra larga mesa, lo que demuestra el creciente interés que despierta el tema ovni en el momento actual. Pronto se fue colmando el espacio en el Café de la Subasta y se dio inicio a una reunión apasionante, enriquecedora, donde se expresaron las más diversas líneas de pensamiento, para luego confluir en una integración de ideas, en una suerte de síntesis holística.
Como en cada encuentro, Rubén Morales dio la bienvenida a todos y a todas, tras lo cual Ana Serrano pidió la palabra para hacer un especial recibimiento a siete damas que habían llegado por primera vez a la mesa y recordó las reuniones iniciales de años atrás cuando el grupo era pequeño y solo unas pocas mujeres asistían, tales como ella, como Graciela Zeballos o como Laura Babyaczuk, a quienes también recordamos afectuosamente. 
Acto seguido, comenzó la rueda de presentaciones. Silvia González lo hizo relatando que en su departamento del barrio de Núñez (ciudad de Bs. As.) tiene lo que ha bautizado como "balcón cósmico" desde donde ha fotografiado los llamados "orbs", círculos traslúcidos de colores que tendrían la función de "monitorear" el entorno, vigilar nuestras acciones, según lo que explica Sixto Paz Wells, el contactado peruano creador de la Misión Rahma -manifestó Silvia. Por su parte, María Alvarez (Lali) también ha fotografiado orbs, así como observó objetos con forma de esfera y de habano. Surgió en la mesa la pregunta acerca de si había relación entre estos "orbs" que aparecen en las fotos digitales y los "foo fighters" que se reportaban en tiempos de la Segunda Guerra. La conversación se encendió alrededor del tema, dando lugar a un fluido intercambio de ideas acerca del origen y significado de los orbs, y se desplegó un abanico de interpretaciones enriquecedor por su diversidad. Javier Stagnaro precisó que fue Sixto Paz Wells quien designó a las esferas de luz de tamaño pequeño con el nombre de "caneplas", desde un enfoque espiritualista, en tanto los "foo fighters" se consideraban producto de la tecnología humana, más precisamente de la Alemania nazi. Recordó también que el ingeniero Sigurd Von Wurm había visto uno de estos objetos extraños cuando era piloto durante la Segunda Guerra. Mario Lupo agregó otra diferencia, los orbs se ven transparentes en las fotos, como fenómenos inmateriales, en cambio los foo fighters eran reportados como esferas sólidas que seguían a los aviones. Luis Páez brindó una información poco conocida, respecto a que también se vieron foo fighters durante la Guerra de Malvinas, en 1982. Los foo fighters eran vistos antes de iniciar las acciones bélicas de la aeronáutica, iban acompañando a los aviones desde la costa patagónica y hasta mitad del recorrido, según el testimonio del capitán Pablo Carballo, piloto de uno de los A-4B Skyhawk que atacaron a los buques británicos en el Estrecho San Carlos. Por su parte, Jorge -en su primera intervención en RIO54- dijo que los foo fighters no solo siguen a los aviones de combate sino también a los aviones comerciales, pero los pilotos prefieren no reportarlos por temor a ser rechazados en los exámenes psicológicos a los que deben someterse periódicamente para mantener su continuidad laboral.
Postizzi añadió que algunos orbs tienen su propia energía y se pueden ver no solo en la cámara sino también a simple vista, que estarían en el orden de lo paranormal, pero amplió que al tomar fotos nocturnas con flash en un entorno natural pueden fotografiarse esferas formadas por gases emitidos por la actividad orgánica de las plantas, en las horas de oscuridad en que invierten el proceso de fotosíntesis. Comentó también que jamás se ven orbs en los videos, salvo que el video esté sincronizado con un flash estraboscópico. Stagnaro mencionó la interpretación energética de los orbs, según los miembros del Instituto de Ciencias Noéticas que dirige el ex astronauta Edgar Mitchell. Alejandro Linconao, por su parte, dijo que muchos orbs son reflejos en motas de polvo que se producen por la escasa separación que existe entre el flash y la lente en las cámaras digitales (a diferencia de lo que pasaba con las cámaras de rollo). Efectivamente, si a la cámara digital se le añade un zoom, eso separa el flash de la lente y deja de producirse el efecto orbs, agregó Postizzi. Claudio Deluca apuntó que la imagen más pura se obtiene con las cámaras de los celulares por tener la óptica más simple, en tanto las cámaras profesionales o semiprofesionales tienen objetivos con sistemas de lentes que pueden dar lugar a reflejos internos. 

En apretada síntesis, conceptos como los citados formaron parte de esta animada charla, abriendo diversos puntos de vista sobre el tema de los orbs, lo que habitualmente no sucede, ya que cada autor suele hablar de los orbs desde su propio encuadre, relegando a los otros, en cambio el abordaje desde distintas perspectivas aporta más riqueza y profundidad al conocimiento. Ese es el mérito de la libertad de palabra que caracteriza a los cafés ufológicos, la diversidad de opiniones no solo amplía la superficie del tema tratado sino que permite apreciar su profundidad. Cuando se produce un "torbellino de ideas", el conocimiento se expande en esas dos dimensiones, amplitud y profundidad.
María (Lali) Alvarez recordó una observación personal en Ramos Mejía (Pcia. de Bs. As.) de un objeto con la clásica forma de platos invertidos, que pasó sobre el automóvil en que viajaba. Era el 17 de setiembre de 1985, cuando numerosas personas dijeron ver un ovni desde la ciudad de Buenos Aires que luego varios analistas explicaron como un globo estratosférico MIR de origen francés.
Ema Buglio dijo que de niña se crió en el campo, en una zona entre Marcos Paz y Cañuelas (Pcia. de Bs. As.) donde vio diversas luces nocturnas, y agregó que en fechas de importancia religiosa (Navidad, Pascuas), el cielo estaba especialmente concurrido. Recordó con afecto las enseñanzas aprendidas en el instituto que lideraba Don Pedro Romaniuk en La Matanza, Pcia. de Bs. As.

También fue bienvenida a RIO54 Cristina Wilde, quien no ha tenido observaciones personales pero sí le interesa investigar el tema. Por su parte, Natalia Sericano dijo que su padre la había incentivado a observar las estrellas y a plantearse interrogantes para adentrarse en los misterios de la vida y el universo. 
Alejandra Domínguez y Diego Díaz vivieron un mes en Capilla del Monte, tiempo en el cual dos veces vieron luces sobre los cerros y participaron en un grupo de meditación que se reunía en Los Mogotes, desde el cual observaron diversos fenómenos lumínicos y una especie de puerta que se abría en la sierra, a la vez que se percibía un olor similar al del azufre.
En su primera participación en nuestro café ufológico, Jorge se excusó diciendo "yo no vi nada del otro mundo" -literalmente, y acto seguido comentó que se dedica a la investigación de campo desde el enfoque de la "Ufología experimental" desarrollada por Asdrúbal (Tito) Acosta, que propone establecer contacto con el fenómeno ovni mediante tecnología diseñada a tal fin.
Se mencionó la importancia de entrenarse en la observación del cielo para evitar confusiones con aviones o helicópteros, y tanto Jorge como Daniel Postizzi y Luis Páez -quienes tienen sólidos conocimientos aeronáuticos- explicaron a la mesa el esquema convencional de colores que tienen las luces de las aeronaves comerciales, para reconocerlas en el cielo y determinar su rumbo.
Hacia el final de la reunión, Javier Stagnaro nos deleitó con el relato de sus indagaciones sobre la Cueva de los Tayos en Ecuador, cuya existencia había sido celosamente mantenida en secreto por los indios shuaras (a quienes, despectivamente, se los conoce con el nombre de jíbaros) hasta que el expedicionario húngaro argentino Juan Móricz Opos pudo romper el pacto de silencio y acceder a una de sus entradas gracias a la colaboración de un jefe shuara. Móricz sostenía que los laberintos de esa profunda cueva eran parte de una ciudad intraterrena en la cual las paredes de piedra habían sido pulidas por humanos que vivieron hace 250.000 años, en un tiempo donde había un gran continente, hoy hundido en el océano, denominado "Austerria". Dentro de la cueva los exploradores habrían encontrado una gran sala a la que daban siete túneles, con una biblioteca compuesta por más de 100 grandes láminas de oro con inscripciones ideográficas o jeroglíficas. A Moricz le sorprendió descubrir que muchos vocablos de la lengua shuara se correspondían con palabras del idioma magiar de sus antepasados húngaros, lo que validaba su hipótesis de que la cueva de Los Tayos se remontaba al comienzo de los tiempos, ya que el magiar tenía lazos con el idioma súmero de la antigua Mesopotamia Asiática. Al respecto, Javier Stagnaro citó el libro de Francisco Jos Badini "el Milagro Súmero" que fue prologado por el Dr. Ismael Quiles S.J. y editado por la Universidad del Salvador de Buenos Aires. Mencionó además el testimonio de Julio Goyén Aguado, espeleólogo argentino colaborador de Moricz, quien hablaba del inquietante hallazgo de unos féretros traslúcidos, en los cuales vio cuerpos con aspecto humano, de baja estatura, que estarían conservados en estado latente, ni vivos ni muertos, y Goyén aseguraba que eran inmortales, preservados bajo tierra para una posible misión futura. 
Luego Javier relató anécdotas de Capilla del Monte y las entrevistas que tuvo con diversos protagonistas del lugar que ya no están entre nosotros, como Jorge Suárez, Guillermo Terrera y Jorge Vázquez, el encargado de la boletería de COTIL en la terminal de micros, que terminó convirtiéndose en contactado. El auditorio lo escuchaba con expectante silencio, atrapado por las fantásticas historias que Javier ha compilado en su voluminoso libro "Austerria, los túneles de Agharta en América" y damos el link para quienes deseen comunicarse con el autor.
Por fin se hizo el habitual sorteo gratuito de algunas postales, revistas y DVDs, más el préstamo de libros que se practica como biblioteca circulante en nuestras reuniones y luego Rubén Morales mencionó que se ha reactivado el Café Ufológico de Valparaíso, Chile, impulsado por Elizabeth Ramírez y Marcelo Moya Sanhueza, se han creado dos nuevos cafés ufológicos, uno en Guayaquil (Ecuador), con la coordinación de Ronald Chavez, y en el ámbito argentino ha surgido un nuevo Café Ufológico en San Miguel (Pcia. de Bs. As.) coordinado por Lucas Luvot y en Capilla del Monte se ha diversificado la actividad: Se sigue realizando el Café Ufológico coordinado por Fabián Caminos y además se realizan las "Cenas Ufológicas" organizadas por Alejandro Pratt. En otro órden, recientemente el Café Ovni Valencia (España) conducido por Luis Pisu, que prosigue creciendo en interés y cantidad de asistentes, ha transmitido su última reunión en vivo por Youtube, siendo el primer café ufológico que incorpora esta posibilidad de poder ser visto simultáneamente en todo el mundo y en el mismo momento en que se realiza. Además, como siempre, integran la Red Argentina de Cafés Ufológicos los encuentros de Corrientes, Mendoza, Colón [Entre Rios], La Plata [Buenos Aires], Rosario y Santa Fe [Santa Fe] y Resistencia [Chaco]. Y cada café funciona según su propio estilo y modalidad aunque todos están comunicados entre sí.

Para cerrar la crónica, dos frases que dejaron su huella en la reunión RIO54 de junio: 
"La diferencia entre Facebook y un café ufológico es que en el café podés discutir y no te bloquean" -sentenció Daniel Postizzi. Y una de las damas que llegó por primera vez dijo una frase no menos lapidaria: "Este es el único lugar donde podemos venir a escuchar y hablar sobre ovnis sin tener que pagar entrada".

La próxima reunión del Café Ufológico RIO54 será el jueves 3 de julio, a las 18,30 como siempre en el Café de La Subasta, Río de Janeiro 54, Ciudad de Buenos Aires.